''Duda que sean de fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo''
William Shakespeare.

martes, 20 de diciembre de 2011

Capítulo 23

Seguimos patinando agarrados mientras los demás se hacían fotos. Entre vueltas y vueltas que dimos por la pista me encontré de nuevo con Jace. Siempre que me veía me sonreía y no dejaba de mirarme. Justin se notaba que estaba celoso porque la mirada que le enviaba cada vez que nos miraba era fusilante.
-Justin, ¿por qué tienes esa cara de malo? ¿Qué pasa?- pregunté.
-Ese idiota no para de mirarte- contestó cabreado.
-Ya te dije que no tienes por qué preocuparte.
-Pero es que se nota que le gustas.
-¿Y eso qué más da? Yo no me pongo cabreada cada vez que tus fans se te acercan y te dicen que te adoran.
-Es diferente.
-Créeme, no lo es- contesté.- Por favor, ¿puedes dejar los celos a un lado mientras estamos juntos? Me gustaría pasarlo bien.
-Lo intentaré- dijo mirando mal de nuevo a Jace.
-En serio, a veces me pregunto si en vez de tener 17 años tienes 5. – me marché patinando junto a los chicos.
Me obligaron a aparecer en una foto y luego me enseñaron todas las que habían sacado. En unas cuantas aparecíamos Justin y yo juntos. Una en concreto me encantaba. Aparecíamos Justin y yo besándonos. Le dije que me la pasaran por bluetooth y luego la puse de fondo de pantalla. Después de eso, Justin me cogió el móvil para saber que estaba haciendo. Vio la foto e inmediatamente se la pasó a su móvil. También él la puso de fondo de pantalla. Luego me dio un beso en la mejilla para que le perdonara.
-Perdóname por ser tan idiota pero a veces no puedo evitar ponerme celoso. Sabes que no me gusta tener competencia.
-Ya te dije que solo estás tú para mí. ¿Es que no confías en lo que te digo?
-Claro que confío pero no me fío de los tíos.
-Pues confía en mí, nunca te fallaré- le di un pico en los labios y me alejé de él patinando.
Él corrió para alcanzarme y cuando me atrapó me abrazó en el centro de la pista.
Al acabar la tarde todos nos fuimos para casa. Al salir por la puerta del establecimiento millones de cámaras me tenían rodeada y no solo a mí a Justin también. Esto era realmente acoso. No sé cómo podía vivir así. Enseguida me agarró fuerte de la mano y empezó a correr hacia su coche. Mientras corría vi a los demás andar sonrientes hacia la parada del bus. Ellos no se daban cuenta de en qué situación nos encontrábamos Justin y yo. Andaban riéndose por una cosa que estaba contando Ryan. Todos estaban felices, caminaban sin preocupación mientras que Justin y yo no hacíamos más que escapar. Al entrar en su coche, Kenny, su guardaespaldas arrancó rápido porque miles de periodistas se abalanzaban sobre el coche.
Llegamos a mi portal y me bajé del coche después de darle un beso a Justin y despedirme. Mañana iba a ser un día agotador ya que teníamos que viajar a Atlanta.
(Narra Alba)
Salimos de la pista de hielo y nos dirigimos a la parada del bus. No veíamos por ninguna parte ni a Paula ni a Justin.
-¿Dónde está la parejita feliz?- preguntó Ryan. Todos nos reímos.
- A lo mejor quieren algo de intimidad- dijo Chaz.
-Vosotros que mal pensados sois- dijo Caitlin.
-Lo sabemos- gritaron a coro Chaz y Ryan.
Al final pasamos del tema porque pensamos que se habrían marchado por su cuenta. Yo iba agarrada a la mano de Zack mientras caminábamos. Llegamos a la parada del bus y aún quedaban quince minutos para que llegara. Zack y yo quisimos ir a dar una vuelta mientras tanto. Caminábamos en silencio hasta que yo lo rompí.
-¿A dónde habrán ido esos dos?
-¿Quién sabe? Seguro que querían estar los dos solos, no te preocupes.
-Vale.
-Bueno… ¿de qué estabas hablando con el chico rubio que estaba apoyado a tu lado en la valla de la pista?
-Eh… Bueno sin querer me tropecé con él y solo estaba viendo que estuviera bien. Yaa sabes que aún no controlo muy bien esto de patinar.
-Ah… pues a mí me pareció que ese estaba ligando contigo- no pude evitarlo. Me puse colorada.
-¡Qué va!- intenté disimular.- Solo le dije si estaba bien y luego me fui.
-Bueno… vale… - contestó con una voz algo insegura.
-Me crees ¿no?- pregunté preocupada.
-Por supuesto que sí. – sonrió lo que me hizo sonreír a mí.
-Te quiero- le dije.
-Yo aún más.
Iba a discutirle eso último cuando no me dejó ni decir una palabra.
-Es mejor que volvamos si no el bus se marcha sin nosotros.
-Tienes razón.
Caminamos hasta la parada del bus y justo al llegar apareció. Todos se levantaron de asiento y entraron al bus. 

1 comentario:

  1. ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAA

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