Después de hablar durante un rato volvimos a su habitación. Justin me cogió por la cintura, como si quisiera que los chicos se enteraran de que éramos novios. Y no me parecía malo, al contrario, pero me parecía algo extraño. Al entrar ya empezaron a preguntar.
-Uh ¿Seguro que no sois novios? – preguntó Christian.
-Pues… - iba a decir algo pero preferí mirar a Justin y dejar que él lo dijera.
-Sí, somos novios- dijo mirándome a mí.- ¿Contentos?
-¿Va enserio o nos queréis tomar el pelo?
-Va muy enserio- dijo Justin serio.
-¡Me alegro mucho por vosotros!- gritó Iria.
-Y yo- murmuró Alba que se levantó y me abrazó.- ¿Con que no ibas a encontrar a nadie que te quiera eh? ¿Con que eras una negada para las relaciones no? Al final mira que novio encontraste. Ojalá os vaya todo muy bien.
-Gracias, pero no soy tan exagerada…
-¿Qué no?- dijo ella y todos se rieron- ¡Qué bien te conoces a ti misma!
-¡Oye…!- la miré algo molesta.
- La verdad es que eres algo dramática… - contestó Iria.
-¿Y si lo soy qué?- pregunté fusilante- Para mí no es un defecto. Si algún día quiero llegar a ser una escritora profesional tengo que ser dramática si no lo que escriba no tendrá sentido.
-¿Quieres ser escritora? – me preguntó Chaz.
-Entre otras cosas. ¡Si por ser sería hasta astronauta!- exclamé.
-Te seguiría queriendo igualmente- dijo Justin sonriendo.
-¡Ohh que monos!- murmuraron Ryan y Chaz agudizando la voz.
-¡Payasos!- contestó Justin.
-Valdríais para el circo- dije yo riéndome.
Estuvimos así, bromeando hasta que Pattie nos llamó para ir a cenar. Nos sentamos todos a la mesa, yo al lado de Justin. Había para cenar espaguetis. Me reí muchísimo ya que tanto Ryan como Chaz eran unos guarros comiendo. Se mancharon toda la cara con la salsa y sus camisas también estaban perdidas. Los demás comíamos normal aunque no paramos de reírnos incluida Pattie que estaba alucinando por la forma de comer de ellos. Al acabar Alba y yo nos ofrecimos para lavar los platos. Fuimos a la cocina mientras los demás se iban para el cuarto de Justin. Iba a recoger lo que quedaba en la mesa del salón cuando escuché una conversación entre Justin y su madre.
-¿De verdad la quieres Justin? ¿No es solo un capricho?- dijo ésta.
-Por supuesto que no es un capricho. Ella es muy importante para mí, la quiero en mi vida para siempre.
-¿Y si ella solo te quiere por tu fama y tu dinero? Justin no es bueno que salgas con Paula. Arruinará tu carrera. No debiste dejar a Selena.
-¡Yo hago lo que quiero con mi vida!- gritó él.- Quiero estar con Paula y nadie me lo va a impedir. Ella no es ese tipo de chica que tú te imaginas, mamá. No la conoces pero cuando lo hagas te arrepentirás de lo que me acabas de decir y no sé cuántas veces más tengo que repetir que Selena fue la que me dejó a mí.
-Justin, soy tu madre y mi deber es protegerte. Solo te digo lo que veo. No quiero que tus fans se enfaden porque estés saliendo con una chica normal.
En ese momento, Alba se acercó a mí y me dijo:
-¿Qué pasa? ¿Por qué tardas tanto en coger las cosas?
Con la mala suerte de que ellos lo escucharon y se dirigieron hacia mí.
-Lo siento. No debería haber escuchado esta conversación.- Luego aparecieron las primeras lágrimas en mis ojos. Ellos intentaron decir algo pero yo no les dejé.
-Alba, vuelvo ahora que voy al baño.
-Vale.
Sin más demora me fui al baño a encerrarme y descargar toda la angustia que me había creado esa conversación. Pero Justin me siguió e intentó entrar.
-Paula, abre la puerta.
-No. Déjame sola.
-No le hagas caso a mi madre. No sabe lo que dice.
-A lo mejor sí que lo sabe- abrí la puerta luego me senté de nuevo en el suelo y él a mi lado.- Quizá tenga razón con lo de tus fans.
- Mis fans son felices si yo estoy feliz. Y yo estoy feliz si tú estás conmigo- dijo secándome las lágrimas que corrían por mis mejillas.
-Pero…- me interrumpió.
-No hay peros que valgan ¿recuerdas?- me hizo reír.
-¿Por qué tienes que hacerme reír siempre?
-Porque soy adorable.- reí aún más.
-Creído- dije pegándole en un brazo.
-Preciosa- luego me besó cariñosamente en los labios.
-Eres perfecto.
-Lo sé- me guiñó un ojo mientras yo me lavaba las manos mirándole a él a través del espejo.
-Lo retiro. ¡Eres un creído!- luego le mojé la cara.
-¿Por qué has hecho eso?- dijo juguetón.
-Para castigarte. No puedes ser tan creído.
- Pues te corrijo porque yo soy perfecto. Lo acabas de decir hace un momento.
Le volví a mojar la cara.
-Te diviertes mojándome ¿Eh? Pues ahora verás.
Me cogió en brazos y me llevó hasta la ducha. Sabía lo que venía a continuación.
-¡No serás capaz!
-O sí que soy capaz.
Abrió el agua y nos mojamos los dos de arriba abajo. Luego, al vernos los chicos pensaron que habíamos hecho algo raro. Y aunque se lo negamos mil veces no nos creyeron.
¿Será capaz o no? Lo fue xDDDD
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