Capítulo 8

Llegamos al parque y vimos a Iria y a Helen hablando sentadas en un banco. Alba no estaba así que supuse que estaría en un sitio a solas  con Zack. ¡Qué envidia me daba! Ella estaba viviendo su historia de amor y yo estaba sola y sin nadie a quien querer. No sé cómo pero de un momento a otro las lágrimas se asomaban por mis mejillas. Mientras, observé que Justin intentaba cogerme de la mano. Me extrañó mucho porque él tenía novia y no era lo correcto hacerle eso aunque fuera una muestra de amistad. Por eso mismo me aparté mirándole con una sonrisa un tanto nerviosa. Él no dijo nada pero me miró sorprendido. Supongo que sería porque a él pocas chicas lo rechazaban.

Cuando Iria y Helen lo vieron, lo miraron asombradas y con tartamudeos lo saludaron. Justin fue de lo más natural saludándolas normalmente. Luego se sentó a mi lado. Pasó un rato, mientras hablábamos. Enseguida a mí me entró hambre así que me levanté y dije:

-          -Bueno chicos, esperarme aquí que voy a comprar algo de comer-

-          -Vale-respondieron Iria y Helen.

-          -Espera, Paula-exclamó Chris.- ¿Vas a ir tú sola?

-          -Sí, pero tranquilo que no me va a pasar nada.

-          -Ah no. No te voy a dejar ir sola por ahí. ¿Y si te pasa algo?- explicó Christian.

-          -Sé cuidar de mí misma, aunque no lo parezca- dije de mala gana y luego me marché.

Llegué a la tienda de golosinas y compré unas regalices y luego paré en la panadería y cogí un donut con una botellita de agua. Cuando salí vi una sombra tras de mí que me  seguía y me asusté. Anduve cada vez más rápido hasta que me cansé. Miré hacia atrás y vi a Justin que me saludaba a lo lejos.

-          -¿Se puede saber qué haces siguiéndome?- pregunté alterada.

-          -No quería que fueras sola por ahí-respondió.

-          -Me sé cuidar sola. Estoy harta de que la gente me tome por una niña pequeña. Seré una chica y seré bajita pero me sé defender.

-          -Eso no tiene nada que ver. No quiero que te pase nada eso es todo.

-          -Está bien-  contesté algo más calmada

(Narra Alba)

Estábamos los dos sentados en un banco. Yo miraba al suelo y estaba sumida en mis pensamientos. Él me miraba, de eso no tenía la menor duda pero sí la tenía en el por qué. Me daba vergüenza preguntarle ‘’ ¿Qué estás mirando?’’ o ‘’ ¿Tengo monos en la cara?’’. Pasamos un rato así sumidos en el silencio hasta que el por fin lo rompió.

-          -¿En qué piensas?- me preguntó.

-          -En las clases- mentí.

-          -Yo estaba pensando en ti- dijo y yo lo miré sorprendida pero inevitablemente colorada. Él también lo estaba, pero Zack era guapo estuviese como estuviese.Me quedé callada. No sé por qué. Podría haberle respondido de mil maneras distintas pero simplemente elegí el silencio como respuesta.

-          -¿No vas a decir nada?- dijo.

-          -¿Y qué quieres que diga?-respondí.

-          -Que me digas la verdad.

-          -¿Sobre qué?

-          -Sobre lo que sientes por mí.

-          -¿A qué viene eso ahora, Zack?

-          A que no puedo aguantar más. No puedo soportar estar a tu lado y no abrazarte ni  decirte lo importante que eres para mí. Eres mucho más que una amiga- En ese momento se me pasó por la cabeza las cosas que Paula m había dicho. Ella tenía razón.

Yo me quedé otra vez pasmada, mirándole y cuando vi que se acercaba para besarme le dije en un susurro:

-          -Te quiero.

-          -Y yo-respondió.

Luego me besó suavemente como si fuera la persona más importante para él en ese momento mágico que fue para mí. Me dejé llevar y sé que él también y ahí supe que esta tarde sería inolvidable para los dos.