''Duda que sean de fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo''
William Shakespeare.

sábado, 21 de enero de 2012

Capítulo 34 '' ¿Quién eres tú? ''

Llegamos al hospital y enseguida lo atendieron mientras Jeremy y yo esperamos en la sala angustiados. Lo peor de todo era que fuera del hospital había un montón de reporteros esperando alguna noticia sobre Justin. Pasaron horas hasta que lo subieron a una habitación individual. Luego se nos acercó el médico que lo atendió a darnos el resultado de las pruebas hechas.
-La operación salió muy bien aun así tardará unos días en despertar.
-Pero ¿está bien no? ¿Está fuera de peligro?- pregunté tropezando con mis palabras.
-En teoría sí pero puede que le hayan quedado secuelas de todos modos está fuera de peligro.
-Gracias a Dios- exclamó Jeremy. - ¿Podemos pasar a verlo?
-Sí pero les pido que vayan de uno en uno.
-Está bien- dije yo. – Pase usted primero- le indiqué a Jeremy.
-Vale- afirmó.- Enseguida vuelvo.
Mientras Jeremy entraba yo me senté aliviada por lo que el doctor acababa de decir aun así sentía todavía un dolor punzante en el pecho de angustia. Cogí mi móvil y llamé a Alba para contarle todo.
(llamada)
Alba: ¡Hasta que por fin te dignas a llamarme!
Paula: Tía, no sabes lo que paso. ¿Qué hora es ahí?
Alba: Las diez de la noche. ¿Qué paso? Cuenta.
Paula: Justin ha tenido un accidente. Un coche lo ha atropellado.
Alba: ¿Cómo? ¿Y qué tal está? ¿Cuándo fue eso? Tía lo siento mucho debes de estar pasándolo fatal.
Paula: Pues la verdad es que cuando me enteré del accidente pensé que me moría ahí mismo. Fue sobre la una y media de la tarde. Ahora ya son las cuatro. El médico dijo que está fuera de peligro pero está inconsciente.
Alba: Pues mantenme avisada de todo ¿eh? Y no llores porque todo va a salir bien.
Paula: Lo sé pero no puedo evitarlo. Aún no lo he podido ver pero enseguida voy a verlo en cuanto su padre salga del cuarto. Bueno ¿y qué tal las cosas por allá? Mañana tienes que ir otra vez a clase.
Alba: Desgraciadamente si. Hoy me encontrado con el idiota de Zack que me suplicaba que le perdonara.
Paula: Cuando vuelva te juro que lo mato. Será mejor que no me lo crucé por la calle que lo dejo sin dientes bueno no porque no tengo tanta fuerza.
Alba: Yo le metí una patada en donde sé que le duele.
Paula: Así marcando respeto. Mira que puede ser idiota.
Alba: Bueno tengo que dejarte que mi madre me está gritando. Recuerda cuenta conmigo para lo que necesites y no me llores. Mantenme informada. Te quiero mucho mejor amiga.
Paula: Gracias, Alba. Yo también te quiero.
(Fin de la llamada)
En ese momento Jeremy volvió y yo entré en el cuarto. Justin estaba tumbado en la cama rodeado por millones de tubos. Volví a llorar no pude evitarlo. Verlo así era lo último que quería. Me acerqué a él con millones de lágrimas por mi cara. Le di un beso en la mejilla y luego me arrodillé frente a su cama. Murmuré millones de frases que mostraban mi amor hacia él pero luego recordé que seguramente Erin ya habría llegado. Salí del cuarto sin parar de llorar y efectivamente vi a Erin y a Jazzy en la sala de espera.
-Odio verlo así- les dije tristemente.
-Pronto estará recuperado. No te preocupes.
(Tres días después)
Iba todos los días a visitar a Justin al hospital pero no se había despertado. Ese día fui temprano al hospital porque no había podido dormir de la preocupación. Tenía unas ojeras enormes y en estos últimos días apenas había comido nada. Me pasaba todo el tiempo al lado de Justin murmurándole sus canciones o las cosas que habíamos pasado juntos. Eran pocas, lo sé pero era lo más bonito que me había podido ocurrir en la vida.
Cuando llegué al hospital millones de cámaras me rodearon pero yo las ignoré a todas. Entre en la habitación de Justin y vi a una enfermera viéndole la bolsita del suero.
-Buenos días, señorita- me dijo amablemente.
-Buenos días- contesté.- ¿Cómo se encuentra hoy?
-No hay cambios- al ver mi cara de resignación supongo que le di pena porque volvió a murmurar algo que no entendí. No estaba en ese momento escuchándola precisamente porque solo lo estaba observando a él. La enfermera se fue y yo me acerqué a Justin. No sabía por qué pero cada vez que lo miraba y veía el estado en el que se encontraba volvía a llorar sin parar. Fui a la mesita de al lado de la cama para coger una servilleta cuando una mano me sujetó el brazo. Era la mano de Justin. Me froté los ojos y miré hacia él. Al principio pensé que eran imaginaciones mías pero luego vi que estaba despierto. Enseguida lo abracé y él me miró confuso.
-Precioso, pensé que nunca te despertarías- dije feliz.
-¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy? ¿Dónde están mis padres? – me miró confundido. -¿Quién eres tú?

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