(1 año después)(Narra Paula)
Habían pasado aproximadamente un año y seis meses desde que Justin y yo nos
comprometiéramos y aún no me podía creer que pasadas unas horas fuera a ser la
señora de Bieber. Después de la boda de Alba me di cuenta de que no tenía por
qué estar nerviosa porque me casaba con la persona indicada. Aun así, hoy lo estaba y es que dentro de
unas horas seríamos algo más que prometidos.
A Alba y a Niall les iba muy bien en su matrimonio. Habían ido de luna de
miel a varios sitios. Sitios que había escogido especialmente Alba como Venecia
o NY. El único sitio que había elegido Niall era ir a Irlanda. Volver a su país
para enseñárselo a su reciente esposa. Según Alba fue la mejor experiencia de
su vida y la verdad es que me lo creo. Yo le había estado suplicando a Justin
que me dijera a donde me iba a llevar de luna de miel pero era todo un secreto.
Semanas después de que regresaran de su viaje, yo había acompañado a mi mejor
amiga a junto un ginecólogo. Estaba bastante asustada porque creía que estaba
embarazada y quería quitarse las dudas. Yo le había aconsejado que se hiciera
una prueba de embarazo pero ella había insistido en ir a un ginecólogo. No
quería preocupar a Niall y fui yo con ella. Cuando supimos la noticia de que
realmente estaba esperando un hijo yo me puse increíblemente feliz. Alba
también lo estaba pero a pesar de eso se notaba que estaba nerviosa y algo
decepcionada. Los chicos pronto tendrían una nueva gira y esto solo le
complicaría las cosas a Niall o eso creía porque luego cuando se lo contamos se
puso tan contento que casi se cae por las escaleras cuando se lo contamos. Ahora
Alba estaba más o menos de tres meses y no se le notaba nada.
-¡¡¡¡Paula, Paula, Paula, Paula, Paula!!!!- escuché unos gritos por toda la
casa. Alba dormía esta noche conmigo para ayudarme por la mañana con los
preparativos de mi boda.
-¡¡¡¡¡Qué Qué Qué Qué Qué!!!!!!- le contesté riéndome. Ella estaba aún más
nerviosa que yo.
-Tienes que dejar todo preparado para mañana. Desde las ocho de la mañana
estarás en pie. He llamado a las chicas para que vinieran a las 7 y media- iba
a protestarle porque era muy temprano pero me interrumpió.- Tranquila, les abro
yo y luego te despertamos. Tenemos tres horas para arreglarte y luego coger la
limusina que nos llevará a la iglesia- Justin había escogido una de las
iglesias más grandes de todo Londres ya que había invitado a toda su familia y
la mía también vendría. Además de amigos con los que habíamos compartido muchas
cosas. – Tendrás media hora para contestar a varias preguntas de los fotógrafos
y paparazis y luego entraremos en la iglesia, por supuesto sin que te vea
Bieber. Allí estarán tu hermana, tu madre y tu padre para darte la enhorabuena
y todas esas cosas. Y a las doce en punto será el momento que llevas esperando
toda tu vida- era exagerado que lo tuviera todo controlado pero así era Alba.
Todo organizado. Pero eso sólo lo había echo con mi boda, ya que en la suya no
tenía tanta experiencia. También ella me había echo la maleta para la luna de
miel porque decía que no podía tener ninguna pista de adonde me iba a llevar
Just.
-A veces me asustas- le expliqué riéndome.- Me voy a dormir, aun que no
creo que pegue ojo. Buenas noches.
-Descansa, cielo. Te quiero- me dio un beso en la frente y se fue a su
antiguo cuarto.
Cuando me acosté en la cama tardé horas en dormirme. ¿Cómo lo sé? Porque la
última vez que había mirado el reloj esa noche marcaban las 4 de la madrugada,
luego por fin había caído ante Morfeo.
(…)
Estaba ya en la capilla que había detrás de la enorme iglesia donde me iba
a casar. Mis padres, mi hermana y mis tres mejores amigas me miraban con los
ojos lacrimosos. Me entraba la risa tonta con solo de verlos. No tenían por qué
llorar porque nadie se iba a morir. Solo iba a casarme. A unir mi vida con la
del hombre al que amaba, amo, y amaré. El que sé que me dará todo lo que necesito
y que siempre estará junto a mi. El único que me iba a querer tanto como yo lo
quería a él. Les sonreí para intentar calmarlos.
-No lloréis, o lloraré yo también- dije con una mueca triste.
-Oh, tú no puedes llorar- dijo
Eleanor.- Que se te corre el maquillaje.
-Te dije que no quería que me maquillaras, Els- le dije a modo de aviso.
-Lo sé pero aun así te has dejado maquillar- contestó Els echando la
lengua. Hizo que me riera.
-Estás preciosa, mi niña linda- dijo mi madre con lágrimas en los ojos.
-La verdad, es que con ese vestido no pareces tú- dijo mi hermana. Puse una
cara interrogante.- Estás genial- me sonrió. Las abracé a las dos.
-Gracias por estar aquí conmigo en este día tan especial para mí- les
agradecí a todos.
-No me lo perdería por nada del mundo- dijo mi madre.
-Es la hora de entrar- nos avisó Danielle. Las chicas salieron y mi hermana
con ellas. Mi madre me dio un último abrazo y luego también se retiró. Mi padre
me miró con semblante orgulloso.
-Hija mía, estoy más que orgulloso de ti. Y quiero que sepas que si algún
día necesitas ayuda cuentas conmigo.
-Oh, eso ya lo sabía papá- le abracé fuertemente y no pude evitar derramar
alguna que otra lágrima.
-Te quiero- me dijo.
-Y yo a ti, papá.
Empezó a sonar la música y salimos de nuestra pequeña capilla a una enorme
iglesia. Millones de flashes se dispararon mientras yo y mi padre caminábamos
hacia el altar. Miré a lo lejos y lo vi. Allí de pie con un traje negro y una
corbata morada. Con su habitual cresta y su sonrisa resplandeciente. Me miraba
mientras yo le sonreía. Y en ese momento supe que lo nuestro sería para
siempre. No pude apartar la mirada de él. Tampoco pude quitarme la sonrisa de
enamorada que lucía en mi cara. Justin era perfecto y era solo para mí. Solo
mío y de nadie más.
Llegamos al altar y mi padre puso mi mano encima del brazo de Justin como
muestra de consentimiento y dio comienzo la ceremonia. Después de unas cuantas
palabras del cura llegaron las preguntas finales.
-Justin Drew Bieber, ¿aceptas como tu legitima esposa a Paula López, para
amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y la riqueza
todos los días de tu vida hasta que la muerte os separe?- nervios. Muchos
nervios. Justin me miró serio y yo a él con una mirada nerviosa.
-Acepto- dijo convencido. Un suspiró salió de mi boca. Hice que la gente se
riera incluido Justin que mostró su dentadura perfecta.
-Paula López, ¿aceptar como tu legítimo esposo a Justin Drew Bieber, para
amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza
todos los días de tu vida hasta que la muerte os separe?
-Sí. Acepto- dije sonriendo.
-Si alguien tiene algo que objetar que hable ahora o calle para siempre-
murmuró el cura. Justin y yo miramos a todos los presentes esperando que nadie
objetara nada. Miré a Harry. Un instinto que tenía me hizo girar la vista hacia
él. Se encontraba incómodo y parecía que iba a levantarse para decir algo pero
Zayn lo sujetaba por las manos y Louis lo abrazaba por detrás. Suspiré
agradecida.
-En vista de que nadie tiene nada que decir. Yo os declaro marido- señaló a
Justin.- Y mujer- me señaló a mí. Sonreímos los dos.- Ya puedes besar a la
novia- y así lo hizo. Justin depositó sus labios en los míos en un cálido beso
que irradiaba amor. Que demostraba el sentimiento que sentía hacia mí. Amor.
-Te quiero- me susurró.
-Y yo.
Un aplauso estalló por toda la iglesia y Justin volvió a besarme esta vez
con más intensidad.
(…)
Íbamos camino a nuestra luna de miel. Aún no sabía nuestro destino y
tampoco lo intuía. Estaba nerviosa por saber a donde me llevaría aunque me
valía cualquier lugar con tal de estar a su lado. El avión aterrizó y
Justin me dijo que ya podíamos bajar.
Nada más pisar el aeropuerto me fijé en algún letrero que me indicara donde
estábamos. Y lo ví. Estábamos en la ciudad del amor. En París. Éste era mi
sueño. Estar en Paris con mi marido, en nuestra luna de miel. Ya había estado
aquí una vez por un concierto de Justin pero no había visitado nada. Ahora era
mi oportunidad.
-Gracias, gracias, gracias, gracias - lo abracé mientras el carcajeaba.
-Tú lo habías dicho y yo cumplo tus deseos, princesa. Esta es la ciudad del
amor y nosotros somos dos enamorados felices. Quiero disfrutar de todo contigo.
Te amo- y me hizo llorar. Llorar de felicidad. Y luego posó sus labios en los
míos. Una leve caricia y luego se separó. Me sonrió. Él era feliz, pues
entonces yo también lo era.
...........................................................................................................................................................
Antes de que penséis que se ha acabado, no! aun no! XD pero quedará como mucho unos 2 o 3 caps. Espero que os guste este! Os quiero.
Paula XX
Me encantaaaaaaaa! Siguela, siguela, siguelaaa!
ResponderEliminarA mí también me encanta, espero que no tardes en subir el siguiente (;
ResponderEliminar